¿Qué guía tu liderazgo: el ego o la consciencia?
- gabrielabedonm
- 16 ene
- 5 Min. de lectura

Liderar no se trata solo de lo que hacemos, sino de quiénes somos mientras lo hacemos. Cada decisión, cada conversación difícil y cada meta que trazas está moldeada por el lugar interno desde donde eliges actuar. ¿Desde el impulso de “tener el control” o desde el deseo genuino de generar un impacto positivo?
En mi camino como coach y experta en transformación profesional, he acompañado a líderes que enfrentan este dilema todos los días. Lo que he aprendido es simple, pero poderoso: tu liderazgo puede ser impulsado por el ego, buscando validación externa, o por la consciencia, priorizando el propósito y el crecimiento colectivo.
Hoy quiero invitarte a reflexionar conmigo: ¿desde dónde estás liderando? Entender esta respuesta puede transformar no solo tus decisiones, sino la calidad de las relaciones que construyes y el impacto que dejas en los demás.
Liderar desde el ego: Limita
El ego no es el villano, es parte de nuestra naturaleza humana. Y no vamos a satanizarlo, pues es también nuestra identidad. Sin embargo, cuando lideramos desde el ego, nuestras decisiones suelen estar impulsadas por:
La necesidad de control. Liderar desde el ego conlleva un deseo constante de demostrar poder y mantener el dominio sobre el equipo. Esto puede traducirse en una supervisión excesiva, donde cada detalle pasa por el líder, sofocando la autonomía de los colaboradores. Este afán de control no solo ralentiza los procesos, sino que también mina la confianza del equipo, ya que los colaboradores perciben que no se confía en sus capacidades.
El miedo a fracasar. Cuando el ego toma el control, el líder ve el error como una amenaza personal en lugar de una oportunidad de aprendizaje. Este miedo puede llevar a una microgestión intensa, donde se minimizan los riesgos a toda costa, evitando delegar proyectos desafiantes por temor a que no se ejecuten perfectamente, privando al equipo de oportunidades para desarrollarse y aprender.
El reconocimiento externo. Un líder guiado por el ego suele medir su éxito a través de la validación externa. La búsqueda constante de aplausos o la necesidad de ser el centro de atención puede eclipsar los logros del equipo y generar un ambiente competitivo y poco colaborativo.
Liderar desde el ego puede crear tensión en el equipo, sofocar la creatividad y limitar el crecimiento colectivo. Aunque puede producir resultados a corto plazo, a largo plazo erosiona la confianza y la conexión con los colaboradores.
"Los líderes que lideran desde el ego crean seguidores; los líderes conscientes crean comunidad."
Peter Senge
Liderar desde la Consciencia: Transforma
El liderazgo consciente se basa en el autoconocimiento, la empatía y un profundo sentido de propósito. Cuando lideras desde la consciencia:
Fomentas la confianza y autonomía: Cuando lideras desde la consciencia, entiendes que un equipo autónomo es un equipo más comprometido y efectivo. La autonomía no significa “dejar que hagan lo que quieran,” sino proporcionarles las herramientas, la claridad y el espacio para tomar decisiones responsables dentro de su rol.
Gestionas el conflicto desde la empatía: El conflicto no siempre es negativo; puede ser una fuente de innovación y mejora si se maneja conscientemente. Liderar desde la empatía implica abordar los conflictos con calma, escuchando para entender las intenciones y emociones detrás de las acciones.
Invitas a la co-creación: Cuando lideras desde la consciencia, sabes que las mejores ideas no siempre vienen de ti. Invitar a tu equipo a participar en la definición de objetivos y estrategias no solo mejora los resultados, sino que también genera un sentido de pertenencia y compromiso.
Liderar desde la consciencia construye relaciones sólidas, fomenta la innovación y genera resultados sostenibles. Este enfoque inspira a los equipos no solo a cumplir metas, sino a superarlas con compromiso.
¿Cómo identificar desde dónde estás liderando?
Reflexiona sobre estas preguntas:
¿Qué impulsa mis decisiones: el miedo al fracaso o el deseo de crear impacto positivo?
¿Estoy delegando responsabilidades o tratando de controlar cada detalle?
Cuando surge un conflicto, ¿intento entender las perspectivas de los demás o reacciono desde la defensiva?
¿Cómo manejo los errores: los veo como oportunidades para aprender o como amenazas a mi liderazgo?
¿Reconozco los logros del equipo o busco validación externa para mis éxitos?
¿Mi liderazgo fomenta la autonomía y la creatividad o genera dependencia y conformismo?
"El que domina a otros es fuerte, pero el que se domina a sí mismo es poderoso." Lao-Tsé
¿Qué hacer para transitar del Ego a la Consciencia?
Practica el Autoconocimiento: Toma tiempo para reflexionar sobre tus intenciones y emociones. Pregúntate qué te motiva y cuáles son los patrones de comportamiento que podrías ajustar. Un diario personal o el acompañamiento de un coach pueden ser herramientas valiosas para ganar claridad sobre tus pensamientos y acciones.
Acepta la Imperfección: Reconoce que los errores son parte del proceso de aprendizaje. Permítete a ti mismo y a tu equipo cometer errores y aprender de ellos. Esta actitud fomenta un entorno de confianza y creatividad donde las personas se sienten seguras para experimentar.
Reconoce y Celebra los Logros de Otros: Haz un esfuerzo consciente por destacar y valorar las contribuciones de tu equipo. Esto no solo fortalece la moral, sino que también promueve una cultura de confianza colectiva. Reconocer los logros, por pequeños que sean, muestra que valoras el esfuerzo y la dedicación de los demás.
Rodéate de Perspectivas Diversas: Busca activamente retroalimentación de personas con diferentes puntos de vista y experiencias. Esto te ayudará a identificar posibles sesgos y expandir tu forma de pensar. Por ejemplo, crea espacios seguros donde los miembros de tu equipo puedan expresar sus ideas sin temor al juicio.
Practica la Escucha Activa: Escucha para entender, no para responder. Da a los miembros de tu equipo la oportunidad de expresar sus ideas, preocupaciones y sentimientos. Haz preguntas abiertas y muestra interés genuino en sus respuestas. Al final de cada interacción, asegúrate de actuar en función de lo que has aprendido.
Conecta con tu Propósito: Toma un momento para reflexionar sobre por qué lideras y cómo tus acciones pueden contribuir al bienestar de tu equipo y tu organización. Tener un propósito claro te ayudará a mantenerte enfocado en lo que realmente importa, alejándote de las distracciones del ego.
Conclusión
Para terminar me gustaría decir que es normal tener comportamientos del líder que lidera desde el ego, pero lo más importante es empezar a darte cuenta para ir haciendo mejoras progresivas. El liderazgo consciente no se trata de eliminar el ego, sino de integrarlo de manera saludable, permitiendo que la consciencia guíe tus decisiones. Al liderar desde este lugar, no solo transformas a tu equipo, sino también a ti mismo como líder y ser humano.
Si estás listo para explorar cómo liderar desde la consciencia y transformar tu impacto, estoy aquí para acompañarte.
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